15.8.10

El dinero y la vida social

Muchas veces, aunque nuestro sueldo no sea tan malo, queda muy poco para diversión –sin mencionar que la capacidad de ahorro es prácticamente nula- ya que los gastos básicos lo absorben (renta, vehiculo, alimentación, estudios, vestimenta …). La falta de dinero para diversión hace que nos aislemos y muchas veces la gente piensa que uno no quiere socializar y que no fue a tal o cual o cumpleaños por “anti chévere” cuando la realidad es que estas “estericando” lo poquito que te quedo de la quincena.
Aquí les dejo con este artículo que explica muy bien la realidad de muuuchos.

EL DINERO Y LA VIDA SOCIAL
6/18/2007 7:51:06 PM ( clavedigital.com.do )
Patricia Mora
Socializar es una necesidad del ser humano. Tenemos que hablar con la gente, hay que juntarse y hay que hacer algo porque si no uno se muere o se vuelve ermitaño. Pero socializar cuesta dinero. Por más que se vayan cambiando los planes y en vez de ir a restaurantes, se haga una comidita en casa y se inviten los amigos, esa comidita cuesta. Cuesta la gasolina para moverse y cuestan los tragos. Cuesta el cine y cuesta el video club (menos mal que se pueden piratear las pelis). Cuesta el teléfono y cuestan los minutos del celular. 


Esa crisis que vive casi todo el mundo además de todo nos está amenazando seriamente con irnos recluyendo, aislando, amargando. No me extraña que haya gente cada vez más recluida en Internet, o viendo basura en la televisión, porque sus deseos de hacer cosas se van viendo restringidos cada vez más, sobre todo en las ciudades.  
 
Hay que calcular hasta el libre deseo de hacer algo para olvidar un poco la presión de sobrevivir, hay que asignarle algunos días puntuales de la semana. Parecen trivialidades, pero no lo son. Son aspectos que sí generan amarguras, frustraciones que repercuten en divorcios, en peleas, y que sumados a las cada vez más restricciones del Estado, no pueden degenerar en nada bueno.  
 
Es la espontaneidad sometida a estrictos cálculos porque de otro modo las facturas son impagables. Es un camino en el que se trabaja y se trabaja y uno siente que no da, que no llega, que al final sólo termina pagando la tarjeta, cubriendo baches, paleando deudas. Porque claro, la familia hay que alimentarla y hay que pagar el préstamo de la casa o el alquiler, y el del carro, porque sin carro es imposible andar. Porque darle un gustito a los muchachos implica toda una inversión. Que si el cine, que si pizza o hamburguer, que si clases de esto que si aquello. 
 
Padres y madres que no pueden ser hombres y mujeres o pareja porque tienen que dedicarse casi en exclusivo a ser proveedores responsables sin derecho a tener vida propia. Porque cada vez más, cada cervecita o comidita fuera, se va alejando de la cotidianidad. Va perteneciendo a otra dimensión. 
 
Algo muy mal estamos haciendo en el mundo que nos está haciendo más pobres, y a los ricos más ricos. Suena a tópico pero vivirlo en carne propia no es simpático ni alentador. Encima de todo en países como el nuestro seguimos carentes de servicios básicos. No es de extrañar el éxodo que sigue habiendo hacia fuera. Y no son sólo los más pobres, cada vez más gente talentosa y necesaria para construir el famoso progreso, estárecogiendo sus motetitos y buscando al menos una garantía de estabilidad. 

Un panorama triste, muy triste y sin señales de resolverse.