La maternidad es una gran bendición.
Ver a esa criaturita, completita e indefensa, sentir su piel suavecita, su
calorcito no tiene precio. Al mismo
tiempo conlleva cansancio físico, desvelo, angustia al verlo llorar, frustración
con la lactancia (en mi caso particular) y adaptación a mi nueva apariencia. Por
otro lado, la opinadera de la gente de cómo cuidar del bebe y de mi misma es
irritante.
Estos 15 días de emociones diversas no los cambio por ninguno de los placeres de
este mundo. Tal como dice la publicidad
es una “vida caóticamente hermosa”.
Le pido a Dios que nos de la sabiduría, fortaleza física, emocional y
recursos para cuidar y criar a nuestro bebe con excelencia. Poderle dar una infancia feliz es para mí un
compromiso y necesidad ya que la mía
estuvo manchada por situaciones familiares no deseables.
El 2013 será para mí el año
con el mayor de los retos de mi vida, ser mamá.
Feliz 2013!